Ivo Sasek en la UPF de Suiza “El camino hacia la paz interreligiosa mundial”

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08.01.2019 | www.kla.tv/13659

Mientras las guerras, injusticias y conflictos de toda clase asolan cada vez más la faz de la Tierra, no se produce un amplio compromiso para la paz y la promoción de la dignidad humana. “Paz y seguridad es lo que necesitan las voces de los que se ocupan en profundidad de la paz, ¡especialmente los líderes religiosos! Este fue el lema de invitación de la Federación para la Paz Universal (abreviado UPF) a la Conferencia Mundial por la Paz del 21 de septiembre de 2018, que se celebró en Ginebra, sede del Consejo Mundial de las Iglesias. La UPF, que tiene un estatus de asesoría general en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, hizo un llamamiento a la colaboración para la paz mundial. En la 37.ª Jornada por la Paz del Mundo tomaron la palabra, no solo líderes religiosos de distintas confesiones como cristianos, judíos, musulmanes, etc sino también representantes de la política, ciencia y diversas organizaciones internacionales. También Ivo Sasek, fundador de OCG, Kla.TV, AZK y otros medios de comunicación libres, aceptó la invitación y disertó sobre el tema “El camino hacia la paz interreligiosa mundial”. Kla.TV difunde a continuación su discurso, como aportación a la unidad interreligiosa para la paz y el desarrollo. ¿Que pueden aprender de los grupos de animales las personas con distintos trasfondos nacionales, económicos, politicos, religiosos, etc.? Comparta las respuestas contundentes de un hombre que las formuló a partir de su tesoro existencial de cuatro décadas, y que ya disfruta de este secreto en la práctica con miles de seres humanos. Conferencia Internacional por la Paz, discurso de Ivo Ivo Sasek nos presentará aquí y ahora las posibilidades -desde su punto de vista- de conseguir una paz duradera. Paso la palabra al Sr. Ivo Sasek. Ivo Sasek: Gracias por vuestra paciencia al escuchar tantas presentaciones. Quiero expresar mi opinión, más bien mi convencimiento de cuál es el camino para la paz interreligiosa mundial, en especial para la paz del mundo. Yo creo que todos los aquí presentes somos conscientes de que el ser humano es un organismo. La humanidad es un organismo y no otra cosa. Si yo formulo esta frase, es porque -tras 40 años de experiencia- sé que la mayoría de las personas lo entienden de forma metafórica. Un organismo, una imagen perfecta, una alegoría perfecta, pero me gustaría determinar desde el principio que somos un organismo. No solo los cristianos, que leemos en la Biblia (1 Cor. 12, 12): “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.” Durante 2000 años hemos entendido que esto va para nosotros los cristianos, pero es importante reconocer que no se trata de que nosotros somos cristianos, sino que lo somos en Cristo. El Cristo, este término necesitaría una larga explicación teológica, significa simplemente Dios entre los hombres, Dios para los hombres, Dios en los hombres. Esto es Cristo, el espíritu efectivo de Cristo que conforma a la humanidad como un organismo. Nuestro problema de por qué no avanzamos es que comprendemos la mayoría de las cosas de forma metafórica -suele decirse que con una metáfora se expresa mejor, con una parábola en lugar de la realidad. Los cristianos leen la Biblia en modo subjuntivo, es decir, en modo de posibilidad o de deseo en lugar de leerla en indicativo, en el modo de la realidad. Eso mismo ocurre en las otras religiones, el mismo problema. Y por eso mismo nunca avanzamos. En la Biblia, y pienso también en el Corán y el Bhagavad Gita puede encontrarse básicamente lo mismo. Nuestros escritos religiosos intentan enseñarnos desde hace miles de años que Dios vive en el interior de las personas. Nosotros lo desterramos al Cielo. Todos esperamos, los cristianos esperamos a Jesús que vendrá del Cielo. Los musulmanes esperan a su Mahdí (no se cómo se pronuncia exactamente). Los esotéricos esperan a los extraterrestes. Los políticos y muchas personas esperan a los americanos. Pero el mundo no funciona así. Dios vive en el interior de las personas y esto es una verdad axiomática. Entonces, podemos considerarnos, como hacen los comunistas, compañeros, comportarnos como una comunidad de intereses. Sin embargo, según la naturaleza, según el estado, somos organismos. Es una gran diferencia. Un organismo es vivificado. Los hombres no conocemos la paz aquí abajo porque siempre lo intentamos por nuestras propias fuerzas, nuestro propio conocimiento, nuestro propio juicio. Por nuestro propio lo que sea. Todo es lo mismo. Pero el organismo, y la humanidad es un organismo, es vivificado como un cuerpo. Esto es una amenaza para las personas, que piensan que ellos no quieren ser vivificados, que quieren ser libres. Sin embargo, yo digo que somos vivificados. La respiración nos es dada. Pues si intentamos parar de respirar, nos daremos cuenta de que la respiración nos es dada. Ninguno de nosotros hace palpitar su corazón, por supuesto. A nuestro corazón se le hace palpitar. Podemos tener hambre o sed, claro. Debemos comer o beber, pero la sed nos es dada. Todo esto nos ocurre a nosotros y no lo consideramos una amenaza, sino que la vida es así, pues comprendemos que cada uno de nosotros somos un organismo. Y lo mismo si comprendiéramos que toda la humanidad es un organismo, no solo los cristianos entre sí, sino los cristianos, los musulmanes y todas las religiones. Y aquí entra también la política y la ciencia. Cuando pensamos que somos un organismo en el que cada ser humano tiene una misión que no entra en conflicto con las demás. Los biceps y los triceps: uno estira y el otro flexiona. Esto es complementación, no oposición. Ambos son necesarios. Entonces podemos llamarnos familia, hermanos, hermanas. Esto es lo correcto: debemos vivir como una familia, pues por naturaleza somos un organismo. Pero es claro que no podemos vivir como comunidad, ni siquiera como comunidad eclesial. Podemos fundar clubes, tantos como queramos. Pero la funcionalidad siempre será la de un organismo en el que Dios actúa en nosotros. Que esto es así lo ha descubierto recientemente la física cuántica: todo es interdependiente, todo está entretejido: espíritu, alma y cuerpo, constituimos un organismo. Lo que hay en el interior de mi corazón penetra en el tuyo; lo que hay en el interior de tu corazón penetra en el mío. Todo tiene un efecto evidente en todo. Por tanto, debemos ser vivificados; de lo contrario seguiremos siempre con nuestra propia sabiduría. Debemos aprender a adaptarla a la sabiduría de Dios, a Su voluntad, a sus sentimientos, a su complacencia y a su desagrado. Esto debe otorgársenos a todos. Y, mientras no aprendamos a vivir como un organismo, con una cabeza sobre nosotros que nos vivifica, no hallaremos la paz aquí abajo, en casa, imposible. Cuando Jesús vino, nos lo reservamos para los cristianos, pero no era un privilegio cristiano. Jesús vino para mostrarse como Hijo de Dios, como un Hombre que, junto con Dios, constituye una unidad. No vino solo para los judíos, o depués para nosotros los cristianos. Vino para el mundo, por eso dice la Biblia: Cristo ha muerto por todos nosotros para traer UN mensaje a todos. ¿Qué es esto? Dios en el ser humano. En Jn 17, en su oración de sumo sacerdote lo pide y esto no se ha entendido desde hace 2000 años. Él pide: “Padre, que todos sean uno, como Tú eres uno en mí y yo en Tí,…” Este fue el mensaje permanente de Jesús: Dios vive en las personas. Cualquier obra que hizo, las señales, milagros, actos de poder eran expresiones de que el Dios vivo habita en Su sabiduría, en Su poder, en el cuerpo del ser humano. Y cuando Jesús entonces oró para que los hombres o sus discípulos fueran uno, no se trataba de orar por algo que aún no existía y que debía empezar a darse. Era una oración para impulsar aquello que ya existía. Hemos sido creados para Dios, para ÉL, en Col 1 dice: para ÉL y en ÉL, para que ÉL nos vivifique, ÉL como cabeza. Jesús no vino para orar “Que sean un organismo”. Vino porque sabía que SOMOS un organismo, el pide el impulso de que funcionemos como organismo. Por tanto, no debemos pedir que seamos uno, ya somos uno unidos física y espiritualmente. Pero debemos vivir según la regularidad de un organismo y como comunidad. Esta era la oración de Jesús, también en el versículo 22 cuando pide que “la grandeza que me has conferido, que yo les he trasmitido para que también ellos sean uno, como nosotros somos uno”. Igual que Jesús y el Padre. Y conferir esta unidad también se puede traducir como que ÉL ha “transmitido” esta unidad. ÉL ya había enseñado a los hombres que Dios vive en el interior de los hombres, así lo ha demostrado. Entonces, impulso es lo que Jesús pide, que nosotros también, puesto que SOMOS un organismo, vivamos y funcionemos como un organismo. Ahora el siguiente paso en este proceso de vivificación, en esta dimensión divina. Como hombres debemos retomar la conciencia de cómo navega un organismo, cómo se vivifica. ¿Se produce ahora una voz desde el Cielo? ¿Cómo es posible que convivamos unos con otros en armonía? Ya lo he dicho antes: ¡Solo Dios lo puede! Podemos darnos miles de conferencias como esta, podemos en conclusión dar vueltas al círculo hasta que comprendamos cómo funciona el principio de navegación. Puesto que somos de otra naturaleza, partimos de falsas premisas. Pero ¿cómo funciona? Debo hacer un breve inciso pues dispongo de poco tiempo. Lo comparo con los grupos de animales. Podemos comprobarlo en todos los animales. Los enjambres de langostas, he traido algunas fotos, pueden ser miles de millones. Pueden cambiar la dirección en 0,6 segundos. ¿Quién lo dirige? ¿Quién es el rey? ¿Dónde está el mando? Aquí vemos los principios, así vivifica Dios a toda la creación. Totalmente normal para los animales. Lo mismo ocurre con las bandadas de pájaros, con los bancos de peces y con los microorganismos, ¿qué sustancias deben llevar a las raíces de los árboles? Lo saben porque Dios es omnisciente, porque Dios vive en cada átomo, en cada molécula. Porque Dios vivifica toda la creación. Todo: Él vivifica el mundo animal y quiere vivificarnos a las personas. Solo que, a diferencia de los animales, Él quiere nuestra aceptación, se podría decir que quiere que bailemos con Él, que caminemos con Él. Debemos ser como los animales. Por lo tanto, las manadas de elefantes saben lo que tienen que hacer, los ñús saben dónde pueden andar. Ciertamente, todos los animales nos enseñan que es posible que Dios pueda navegar. Ahora llego al punto decisivo, y quizá sea esto lo más importante, lo que tengo que decir reiterando la revelación, que somos un organismo. ¿Qué es exactamente esta navegación, cómo podemos los humanos, cuando somos tan diferentes, millones, miles de millones de personas, cómo podemos entender cuándo y qué es? Es muy sencillo, Jesús lo ha vivido todo por nosotros. Cuando los discípulos querían saber cómo obedecer, les dijo básicamente: “Mis ovejas oyen mi voz”. Esto no es un privilegio cristiano, sino que se aplica a todas las personas. Por lo tanto, los seres humanos hemos sido creados como criaturas de Dios que pueden escuchar la voz de Dios, estamos predispuestos a ser capaces de hacerlo, pero también necesitamos saber cómo funciona. Jesús lo ha explicado así lo podéis leer en Juan 14,27: "Yo os doy mi paz". Sí, nos esforzamos por nuestra paz, nuestros tratados de paz y nuestras conferencias de paz. “Te daré mi paz", dice, y necesitamos la paz de Dios. También dice que esta paz está muy por encima de lo que se conoce por paz humana. Es más profundo. En otro pasaje, Jn 1,4, se describe a Jesús: "…en Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres". Así pues, la filosofía no era la luz de los hombres, ni las palabras que decía eran la luz de los hombres, sino la vida que emanaba de él, porque Dios, que obró a través de él, ha despertado la vida, la paz, la paz divina en el hombre. Lo diré en otro lugar. Ahora estoy hablando desde la Biblia, pero estos principios son los mismos para toda la humanidad. 1 Co 4, 20 está escrito: "…pues el reino de Dios", y esto es la navegación, "el reino de Dios no se manifiesta en palabras sino en poder", en griego: dynamis. Es decir, ¿cómo nos navega Dios a nosotros los ser humanos?, ¿igual que al mundo animal? Nos está navegando por medio de su poder. Dynamis también significa energía, que significa influencia efectiva. Exactamente, y repito, ¿cómo nos influye Dios? Cada palabra que decimos, cada pensamiento está influenciado, está acompañado de una fuerza efectiva. Y tenemos que aprender a reencontrarla, a conocerla, a sensibilizarnos de nuevo. Hemos sensibilizado nuestras mentes a las palabras que decimos, a nuestras teologías, a nuestras comparaciones. Necesitamos escuchar la voz del corazón de nuevo, sí. Cada pensamiento está acompañado por una fuerza interior que nos impulsa hacia arriba o hacia abajo. Piensa algo negativo y sentirás que tira de ti hacia abajo. ¿Es eso cierto? Haz algo negativo y sentirás que el poder que hay en ti disminuye. Haz algo que te haya sido inspirado de acuerdo con Dios, y sentirás que el poder aumenta. Y lo especial es, que todo lo que Dios hace funciona en todos nosotros , por así decirlo, con todos al mismo tiempo. No está de una forma en uno, y en el otro de otra. Esa es la diferencia cuando su paz funciona. Así que su paz efectiva, su vida divina efectiva, es nuestro principio de navegación. Y ese se ha convertido en nuestra especialidad, como OCG, durante décadas. Hacemos esto con miles de personas,...., aprendemos la inteligencia divina colectiva en el sentido de que aprendemos a surfear juntos, aprendemos a ir con los efectos de Dios, con su espíritu. Hoy hacemos evaluaciónes, desde hace muchos años, miles de personas vienen a aprender; se puede aprender en tres días cómo se puede seguir avanzando con este poder de navegación, con los efectos de Dios, con esta influencia de la vida divina y de la paz. Aprendemos que cada pensamiento, podemos evaluar con el tiempo, personalmente o colectivamente, si hay la paz de Dios en eso o no. ¿La palabra que hablo tira hacia arriba o hacia abajo? ¿Las obras que hago me guían hacia arriba o hacia abajo? ¿Está funcionando Su poder? Me gustaría llegar al último pensamiento. Y lo encontramos en la Biblia, en Fil 4,7 : "Y la paz de Dios" -así que ahora estamos hablando de esta paz que es más alta que la paz humana-, quiere decir: "la paz de Dios que trasciende todo entendimiento guardará o preservará vuestros corazones y vuestros pensamientos, vuestra percepción". Esto es lo que Jesús nos ha enseñado a todos. Esto significa que la paz de Dios es como un guardaespaldas, así podríamos traducirlo. Él vigila nuestras percepciones, vigila nuestros pensamientos, vigila nuestras acciones, nuestras intenciones y es como un guardaespaldas, nos protege. Pero esto sólo funciona si volvemos a vivir orientados al poder de Dios. Este es mi llamamiento a todos, a todas las religiones por igual, no hay diferencia, no es un privilegio cristiano. Lo que he predicado aquí: que aprendamos a vivir orientados al poder de nuevo, que lleguemos a conocer el poder de Dios de nuevo, debe comenzar con nosotros los líderes religiosos ¿verdad? Da igual que seamos líderes cristianos, católicos, judíos o musulmanes, hay líderes religiosos en todas partes, sí, y que en realidad están desorientados. Pero si aprendemos de nuevo a vivir una vida orientada al poder , entonces también podemos enseñar a nuestra gente, a los que pastoreamos, a los que acompañamos, a vivir esta vida orientada de nuevo al poder de Dios- y lo experimentamos con cientos de diferentes denominaciones, que hemos ido reuniendo, y que trabajan juntos como enjambres. Así hemos creado juntos alrededor de 170 estudios de televisión, hemos hecho miles de emisiones solo en los últimos años, lo hacemos todo juntos como un enjambre. Podemos desmontar los eventos más grandes en una media hora, cuando, de lo contrario, se necesitaría una semana entera, porque hemos aprendido a actuar como un enjambre. Aprendimos lo básico al principio, pero podemos decir en la práctica que funciona con miles de personas, funciona con todo el mundo. Pero debemos ser sensibilizados de nuevo, y estamos felices de estar disponibles para todos los que estén interesados en unirse a este proceso de lectura de la paz, de la voz, del liderazgo. Gracias por su atención. Adición importante: Es importante distinguir que la paz no es una meta, la paz es el camino, la paz ES el poder. Nosotros, los ser humanos no tenemos dentro de nosotros la ambición de hacer el bien por nosotros mismos. Los ser humanos no tenemos la fuerza para ser persistentes, no tenemos la fuerza para perdonar, no tenemos la fuerza para desarrollar visiones que funcionen, porque lo mejor de nosotros es tan bueno como un grano de polvo, nos falta la visión de conjunto, nos falta de todo, sí. Pero el reconocimiento de que aquí hay un poder que nos vive, que nos capacita, que en nosotros ama, que en nosotros reconoce, ese es el camino, la paz es el camino, el poder. Bueno, he estado familiarizado con este secreto durante 40 años. Soy como un surfista, así que el poder del cual estoy hablando es un poder que nos da la fuerza incluso en el momento de la muerte para poder morir. Y ese es el punto: no podemos morir, no podemos soltarlo, no podemos negarnos a nosotros mismos por nuestra propia fuerza. Pero vemos testimonios de personas que están bajo esta paz divina, como ya lo allí he explicado: "Os doy mi paz" y dice: "Esta paz va más allá del entendimiento humano. Va más allá de las habilidades humanas. Vimos gente cantando incluso en la hoguera, cuando fueron devorados por los leones. Esta paz era aún más fuerte. Es una máquina de energía, la paz de Dios, y está tanto en los musulmanes como en los cristianos, como en los judíos, como en los hindúes, está en cada ser humano, pero depende de en qué me enfoque o no me enfoque. Tengo que involucrarme en este experimento de vivir orientado al poder, tengo que involucrarme, es como un contrato, como un apretón de manos, como un matrimonio. Y mientras no me dé cuenta de que esta fuente de energía está ahí, siempre me quedaré descolgado de la paz, siempre estaré en lucha. Pero yo experimento en una de las mayores persecuciones, sufro personalmente una persecución por parte de los cristianos desde hace más de 25 años; sin embargo, me alegro en medio de todo esto, amo a mis archienemigos, sí. Mi archienemigo me encontro recientemente, el que me ha perjudicado durante décadas, por millones cada año, porque hago grandes películas, me hace seguimiento de todas las películas, de todos los cines, de todos los festivales, de todos los negocios. Y lo conocí por primera vez estos días. Pude desde la paz, que late en mi interior, desde este poder me puse frente a él por primera vez, lo cogí por los hombros, y le dije: “Amigo mío, ahora me gustaría que nos abrazáramos”, lo estreché entre mis brazos y no como espectáculo, caminé junto a él 20 metros, y le dije: “Sólo que entre nosotros todo está claro, te amo, sí. Te amo.. Entonces se quedó completamente congelado y me contestó: “Eso es sólo retórica, no puede ser, no puede ser”. Le dije: “Tu problema es que no conoces el amor de Dios, no conoces el Amor. Nunca has experimentado que se podía amar, incluso en las circunstancias más difíciles.” Pero la paz que hay en mí, con la que he estado navegando durante décadas como un surfista, con este poder que me hace estar dispuesto en la voluntad de Dios, puedo abrazar al hombre y entonces él me miró. Y ahora se ha cambiado. En un solo encuentro! ¿Por qué? Porque hay paz. Mi archienemigo! Asi podría contar durante horas que he tenido enemigos, miles, que son amigos hoy en día. ¿Por qué? Porque hay una energía que vibra en mí, porque he empezado a vivir orientado al poder de Dios. He encontrado este secreto y se lo he enseñado a miles de personas y hoy se lo enseñamos a miles de personas. Esta energía es el camino, la causa, por la que tenemos paz, la paz nos enseña el camino, nos acompaña. No es una meta que alcanzaremos algún día. Este es nuestro capital inicial, nuestro camino, nuestra energía en todo. Muchas gracias, ha sido una respuesta maravillosa.

de es.

fuentes/enlaces: https://www.kla.tv/
https://www.sasek.tv/
https://www.anti-zensur.info/