La Psicosis del Coronavirus en las masas humanas: Cómo es sometido el libre albedrío – Periódico ”ExpressZeitung “ No. 43 –

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10.06.2022 | www.kla.tv/22762

En la primavera de 2020, la población mundial se vio sorprendida por las estrictas medidas de contención de la llamada pandemia de Corona. Mientras tanto, cada vez es más evidente que casi ninguna de estas medidas -incluidas las poderosas vacunas- garantiza la protección deseada. Ahora, en el verano de 2022, las riendas de las medidas de la Corona se mantienen sueltas, pero no nos engañemos: Este juego está lejos de terminar. Porque esta fase sólo sirve para crear falsas esperanzas, forma parte de un gran plan con el que los poderes que están detrás quieren acercarse a sus objetivos. Descubra aquí la lógica que hay detrás de todo esto. Desde hace casi dos años, hemos sido testigos de declaraciones e instrucciones totalmente contradictorias sobre cómo contener la llamada pandemia del Covid19 o Corona-Virus. Estas instrucciones son emitidas por muy pocas personas –pero siempre las mismas– del mundo de la ’ciencia’ y la política, mientras que a las numerosas voces discrepantes entre científicos y expertos médicos de alto nivel no les han concedido acceso a los principales medios públicos. Las medidas, constantemente cambiantes y a menudo contradictorias, suelen desafiar cualquier lógica para los afectados. Se trata del dónde, el cuándo y el cómo del uso de las mascarillas, al igual que los anteriores encierros y toques de queda, así como las tasas de ‘incidencia’, las tasas de hospitalización, las actuales normativas 3 G, 2 G y 2 G plus, etc. ¿Todo esto es realmente para promover la salud y contener una peligrosa pandemia, o es realmente para algo totalmente distinto? Véase la siguiente investigación del periódico Swiss Express, en versión abreviada. ExpressZeitung, en su edición ”Psicosis de masas“: Efectos sin fin Los autores del periódico suizo ExpressZeitung llevan bastante tiempo tratando críticamente el tema del Covid19 o Corona-Virus. En el número 43, titulado "Psicosis de masas – Cuando la locura se convierte en la ”nueva normalidad – Parte 1/2“ de octubre de 2021, el lector puede experimentar un efecto tras otro. Este periódico temático es la base y la fuente de este documental y se nota: ¡Quienquiera que esté detrás de este suceso parece saber exactamente lo que está haciendo! ¡Entremos ya en materia! La psicosis de masas como camino hacia un Estado totalitario El término general de ”psicosis“ se refiere a los trastornos mentales graves en los que los afectados pierden el contacto con la realidad. Cuando estos síntomas se dan en todo un grupo grande de personas, se denomina ”psicosis de masas“. Desde hace siglos, los poderosos han creado y utilizado este trastorno de ansiedad cuando querían implantar un sistema totalitario, porque sólo bajo el hechizo de un engaño, la gente está dispuesta a renunciar a sus derechos. Hoy en día, el miedo necesario para ello lo generan sobre todo los medios de comunicación. Pero, ¿cómo pueden estos futuros tiranos transformar las mentes humanas para que actúen en contra de sus propios intereses? La respuesta nos la da la psicología, que ha acuñado términos como ”lavado de cerebro“, ”control sobre la mente“ y, en su grado máximo, ”menticidio“: matar la mente. Los métodos de Ivan Pavlov: La clave del éxito del adoctrinamiento Ivan Petrovich Pavlov fue un médico y fisiólogo ruso que, gracias a sus exitosos experimentos de entrenamiento con perros, pudo demostrar que se pueden ”reprogramar“ los patrones de pensamiento y comportamiento de perros y humanos. Para sus experimentos con perros, sólo necesitaba una campana, comida para perros, un perro y tiempo. Al perro hambriento siempre se le hacía la boca agua cuando veía la comida. Entonces Pavlov hizo sonar una campana cada vez que daba de comer al perro. Después de muchas repeticiones, el perro estaba tan condicionado que se le hacía la boca agua con sólo tocar la campana, incluso sin que la comida estuviera lista. Pavlov estaba convencido de que la mente humana podía ser moldeada de forma similar. Consideraba al hombre como un animal, algo más desarrollado, pero todavía básicamente un animal que podía ser condicionado a estímulos – y esta visión del hombre era también la de los gobernantes soviéticos de la época. Por esta razón, Pavlov recibió mucho apoyo tras la llegada al poder de los soviéticos y pudo continuar sus experimentos con humanos. Wladímir I. Lenin exteriorizó en un diálogo con Pavlov, en 1919; voy a citarlo: ”Quiero que las masas de Rusia sigan un patrón comunista de pensamiento y reacción. [...] El hombre puede ser corregido y hecho como queremos que sea“. El objetivo final del sistema comunista era la transformación de la naturaleza humana. Y la investigación de Pavlov proporcionó los fundamentos teóricos para realizar este objetivo. Los métodos de Pavlov estaban hechos a la medida del centro de la ideología marxista: la reeducación y el reacondicionamiento del hombre. Normalmente, una mente clara forma un escudo contra tal influencia, pero a través de la fatiga inducida deliberadamente, la debilidad física y el estrés psicológico, la mente se ”quebró“ en los experimentos, el pensamiento lógico se desconectó. Las personas inteligentes pueden ser adoctrinadas –también podría decirse que entrenadas– al igual que las mentes simples. Lavado de cerebro, menticidio y falsas confesiones No hay que imaginar el lavado de cerebro y las falsas confesiones que se producían a partir de él en las imágenes medievales, como durante la caza de brujas, donde la víctima atormentada simplemente confesaba cualquier cosa con tal de que el tormento físico cesara. Se trata más bien de un sofisticado ritual de adoctrinamiento sistemático y de coacción para la conversión y la autoacusación con el objetivo de destruir las actitudes y percepciones básicas de la realidad de la persona y sustituirlas por otras nuevas. El médico y psicólogo holandés Joost Meerloo acuñó el término ”menticidio“, que significa asesinato de la mente. También se podría decir: asesinato de la mente clara. Sin embargo, este antiguo crimen contra la mente sólo se sistematizó y perfeccionó eficazmente en el transcurso del siglo XX. Las víctimas de este psicoterror acaban por hacer confesiones falsas en las que ellos mismos creen y confiesan crímenes que nunca han cometido. Psicoterror en 3 fases Este terror psicológico se utilizó o probó en los campos de prisioneros: Fase 1: En primer lugar, las víctimas fueron desgastadas, generalmente no con violencia física severa, sino a través del hambre, el frío, el aislamiento, el miedo. También se utilizaron máscaras que restringen la respiración, por ejemplo, en el campo de prisioneros de Guantánamo. Los constantes interrogatorios y la privación de sueño llevaron al agotamiento extremo y a la desesperación total, hasta donde querían llegar los lavacerebros. El colapso de la víctima suele ser repentino. Meerloo escribió sobre esta fase, y cito: ”Es como si [la resistencia obstinada] se convirtiera de repente en sumisión y afirmación. [...] A partir de este momento, en términos psicoanalíticos, un superyó parasitario vive en la conciencia del hombre, hablando la voz de su nuevo amo“. Esta repentina cesión es un proceso inconsciente y puramente emocional y puede incluso desencadenar el llamado ”síndrome de Estocolmo“, en el que la víctima de un delito siente cierta simpatía por el agresor. Fase 2: Después de la ruptura, la falsa confesión se leyó una y otra vez y así se clavó en el cerebro de la víctima. También se aportaron argumentos y justificaciones adicionales para que la narración pareciera lo más creíble posible, aunque todo fuera mentira. Fase 3: Ahora el acusado podría hacer su confesión falsa e incriminar a otros con ella también. Un ejemplo (de muchos) se trató de Frank H. Schwable, un militar de alto rango del Cuerpo de Marines de Estados Unidos que había caído en manos de los comunistas chinos durante la Guerra de Corea. Tras largos meses de cautiverio, confesó -con muchos detalles- que Estados Unidos estaba cometiendo crímenes de guerra biológicos en Corea. De vuelta a los Estados Unidos, se defendió ante un tribunal militar, y cito: ”Las palabras eran mías, pero los pensamientos eran de ellos“. Renegó de su declaración y reveló los métodos de lavado de cerebro que había sufrido. Sin embargo, no todos tenían la misma resistencia mental que Schwable. Alrededor de un tercio de los soldados estadounidenses que fueron llevados al cautiverio chino se convirtieron en comunistas convencidos. Lavado de cerebro para toda una sociedad Al igual que es posible implantar sistemáticamente pensamientos ajenos en un individuo, también es posible hacerlo en un grupo grande. Porque una sociedad está formada por individuos que pueden ser manipulados llevándolos al escepticismo, la incertidumbre y el miedo. En un artículo del periódico ZEIT de 1969, el psicólogo checo Ivo Planava (nacido en 1934) describió los distintos métodos para despersonalizar sistemáticamente al individuo y, por tanto, a un colectivo: Según Planava, en los regímenes totalitarios la población en general cae en la apatía (indiferencia) hacia lo que ocurre. Estos individuos apáticos ya no son capaces de tomar decisiones conscientes ni de luchar por objetivos que vayan más allá del sustento diario. Esta apatía puede producirse por un colapso mental repentino, como se ha descrito, o por un lento proceso de autosacrificio. Este método gradual y a largo plazo para desgastar la mente es aún más eficaz y sostenible, especialmente si hay personas igualmente manipuladas en el entorno. Igual de importantes en esta variante son el complejo de culpa –es decir, la autoacusación– y el juego con la esperanza. Una y otra vez se hace esperar a la gente algo –que luego no se cumple– para mantenerla en la apatía y que no se rebele. La comparación con la actual política en torno al Covid19 o ’Corona-Virus’ salta aquí a la vista. También en este caso, el gobierno trabaja sistemáticamente con promesas de salvación si las masas hacen esto o aquello. Mientras que en el caso de la ”reeducación“ individual se impiden los contactos con el mundo exterior, en el caso de grupos más grandes de personas se controla la comunicación – hoy lo estamos experimentando a través de los medios de comunicación que se alinean. La propaganda constante conduce a dos efectos opuestos: Un grupo desarrolla apatía, es decir, se vuelve indiferente, mientras que en el otro grupo –más pequeño– se desarrolla una reacción de desafío y el deseo de encontrar la verdad detrás de la propaganda. Condiciones ideales para dividir profundamente a una sociedad anteriormente pacífica, ¡lo que está ocurriendo de nuevo ahora! El ”diagrama de la restricción“ de Biderman y las medidas Covid19 ’Corona-Virus’ Albert D. Biderman, científico social de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, describió en el llamado ”Diagrama de la restricción“ los métodos de tortura chinos y coreanos utilizados para reeducar sistemáticamente a los prisioneros de guerra estadounidenses. Según Biderman, los tres elementos principales para ello son: la dependencia, la debilidad y el miedo. Ocho técnicas diferentes de ”tortura débil“, estrechamente vinculadas entre sí, convierten a personas mentalmente independientes en los súbditos obedientes que necesita un régimen totalitario. ¡Veamos estos ocho principios en detalle y comparémoslos con las medidas actuales de ’Corona’! Métodos de lavado de cerebro coercitivos según Albert Biderman Método 1: Aislamiento / monotonía forzada / privación sensorial Mediante el aislamiento total o incluso grupal, los presos perdían todo apoyo social y ya no podían defenderse. Uno tenía que ocuparse de algo constantemente, pero se movía muy poco, tenía la misma rutina aburrida todos los días. Los encierros por el Corona-Virus y las reglas de distanciamiento tienen el mismo efecto. Se abandonan la cultura, los deportes y las tradiciones familiares, y cuanto más dura el aislamiento, más dramáticos son los efectos en el cuerpo y en el alma de los afectados. Especialmente entre los niños, los problemas psicológicos han aumentado significativamente en los encierros. Método 2: Monopolización de la percepción La atención sólo puede fijarse en la emergencia inmediata. Se bloquean otros estímulos que podrían distraerla. Se utilizaba la oscuridad o la luz brillante con los prisioneros, pero igualmente efectivas eran las conferencias constantes y la repetición frecuente de mentiras y dogmas para serles grabados en las mentes. ¿No nos recuerda esto a los medios de comunicación que salpican constantemente un sinfín de ”casos“ de Covid19? Y, por supuesto, de los crecientes esfuerzos por censurar todas las voces discrepantes y ocultarlas al público, por muy altos y reconocidos que sean los expertos. Método 3: Agotamiento inducido, debilitamiento Por supuesto: en algún momento, la gente se cansa. Los torturadores se turnaban, el prisionero no podía más. El hambre, las enfermedades inducidas, la privación del sueño y los largos interrogatorios fueron algunos de los métodos utilizados para inducir deliberadamente el sobreesfuerzo. El paralelismo con el Corona-Virus: después de un año y medio de bombardeo propagandístico, muchos ya han capitulado y han dejado que la narrativa del gobierno entre en sus cabezas. Simplemente están cansados de ello... ¡y de alguna manera uno puede incluso entenderlo! Ya han alcanzado el estado de apatía denunciado por Ivo Planava. Método 4: Amenazas Los torturadores utilizaron amenazas de muerte, aislamiento y encarcelamiento interminables, y también amenazas contra las familias de las víctimas para crear miedo y desesperación. Sólo el pánico creado artificialmente a contraer el coronavirus nos ha hecho aceptar las medidas adoptadas por los políticos. Los niños estaban convencidos de que pondrían en peligro a los abuelos si los visitaban e incluso los abrazaban. Cuando en realidad ya estaba claro en la primavera de 2020 que la tasa de mortalidad por Covid19 era equivalente a la de una gripe estacional normal. Sin embargo, la cobertura mediática de tipo bélico continuó sin cambios. Un documento estratégico interno del Ministerio del Interior alemán revela que estos temores fueron creados y controlados deliberadamente. Método 5: Indulgencia ocasional Ahora los delincuentes se vuelven agradables... de vez en cuando. Las bondades y recompensas inesperadas crean un vínculo emocional y hacen que el preso respete las normas. Le hacen albergar la esperanza de que su situación mejorará, lo que generalmente no se hace realidad, sino que le confunde y desmoraliza. Eso también nos parece familiar, ¿no es así? Bloqueo sí-bloqueo no, esta regla-aquella regla, y el alivio prometido. Unas pocas semanas más y lo tendremos hecho... Se eleva una y otra vez la esperanza de que pronto podamos volver a la normalidad. ¡Eso es parte de la estrategia psicológica! Método 6: Demostración de la ”omnipotencia“ y la ”omnisciencia“. Al prisionero se le hace creer que cualquier resistencia sería inútil, que es inferior y que siempre lo sería. Paralelo a la situación con el Covid: la violencia policial empleada contra los manifestantes muestra la superioridad física del poder estatal. Incluso el reportero especial oficial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, advirtió, y cito: ”La brutalidad policial está aumentando en todo el mundo y está destruyendo la confianza pública, la paz social, la cohesión y la democracia. Los gobiernos deben dejar de tratar a su propio pueblo como el enemigo.“ Método 7: Degradación Estar completamente a merced de otras personas destruye la esperanza de que la resistencia aporte algo. Así, el preso es degradado al nivel de un niño o un animal. Los torturadores lo consiguen mediante castigos humillantes, entornos contaminados, insultos y burlas o negando la intimidad del preso. Sólo las máscaras son pura humillación, y luego estas pruebas, que a muchos les resultan extremadamente desagradables. China llegó incluso a realizar hisopados anales a los ciudadanos japoneses que entraban en el país. Insultar o ridiculizar a las personas que no se vacunan está a la orden del día. ¿Y cuál es el efecto de intentar incitar a la gente a vacunarse ofreciéndoles como premio una salchicha o una hamburguesa?: ¿no recuerda esto a los perros de Pavlov, a los que se les hacía la boca agua cuando sonaba la campana para darles de comer? Metodo 8: Imposición de exigencias triviales Los prisioneros debían respetar reglas tediosas y protocolarias inutiles. Con ello se acostumbraban a cumplir las órdenes de sus dominadores, dando igual que carecieran de sentido alguno. Las medidas insensatas han estado a la orden del día desde el comienzo de la llamada pandemia. En un aeropuerto, por ejemplo, hay que mantener unas distancias mínimas a la hora de facturar, sólo para que los mismos pasajeros se sienten muy cerca unos de otros en el avión unos minutos después. Seguro que se os ocurren otros muchos ejemplos, queridos espectadores. La intención de los estrategas detrás de esto es simple: no debemos pensar, no debemos cuestionar nada, sino que debemos aprender a obedecer. ¡Una característica típica de una dictadura! Conclusión hasta el momento: A todas luces, los 8 puntos de este ”diagrama de forzamiento“ se cumplen en el caso del ’Corona-Virus’. ¿Cómo se introduce un poder estatal totalitario? La pregunta es: ¿cómo hacer que un pueblo acostumbrado a la libertad y la democracia vuelva a renunciar a sus derechos básicos? ¿Cómo se puede convertir a personas libres en súbditos en un sistema totalitario? Desgraciadamente, esto se ha hecho muchas veces en la historia, y ahora mismo este empeño está de nuevo en marcha, en todo el mundo. La psicosis masiva inducida deliberadamente que acabamos de describir es la clave. Según el religioso Arthur Versluis, el totalitarismo es ”el fenómeno moderno del poder estatal centralizado total combinado con la erradicación de los derechos humanos individuales“. La sociedad se divide en dos grupos: Los gobernantes, que son elevados a un estatus casi divino, y las masas, que se convierten en súbditos dependientes de esta supuesta ”élite“. Ambas cosas van en contra de la naturaleza humana, porque los gobernantes también son seres humanos falibles, y convertir a la población en súbditos sólo lo consigue mediante delirios que se asemejan a las reacciones de un esquizofrénico. El primer paso es siempre sembrar el miedo, que es especialmente eficaz en las oleadas de terror psicológico. Meerloo escribe sobre esto, y cito: ”Cada ola de terror [...] después de un respiro despliega su efecto con más fuerza que la anterior, porque la gente todavía está perturbada por la experiencia anterior. La moral es cada vez más baja y el impacto psicológico de cada nueva campaña de propaganda es más fuerte; llega a un público ya suavizado.“ Al mismo tiempo, la propaganda ayuda a confundir las mentes de las masas. Se difunde sistemáticamente información errónea sobre el origen de la ”amenaza“ y la naturaleza de la ”crisis“. En la era de Internet, la información es dirigida específicamente o incluso es bloqueada por completo, es decir, se censura, mediante algoritmos. En función de lo que el usuario ya haya mirado antes en Internet, se le vuelve a presentar información similar. De este modo, los distintos grupos destinatarios pueden desarrollar una imagen completamente diferente de la realidad. La tecnología como factor de adicción, el aislamiento como catalizador Dado que la propaganda moderna se presenta en forma de tecnología atractiva –smartphones, internet, televisión, etc.– se consume con gusto y de forma extensiva, muchos son adictos a ella. Y despliega todo su efecto mejor cuando las personas están restringidas en sus contactos sociales. No todos se dejan cegar por la propaganda, de ahí el ”distanciamiento social“ para eliminar el poder corrector de quienes no se han dejado influir por el fuego constante de la información falsa. Joost Meerloo escribe, y cito: ”El aislamiento y la repetición paciente de los estímulos son necesarios para domesticar a los animales salvajes. [...] Los totalitarios han seguido esta regla. Saben que pueden condicionar más rápidamente a sus víctimas políticas si las mantienen aisladas.“ Cuando una población ha sido sacudida el tiempo suficiente por las ondas psicológicas del terror, se vuelve desesperada y vulnerable. Uno anhela un mundo ordenado. En este punto, los totalitarios ofrecen un mundo así, pero al precio de la libertad, al precio del control sobre la propia vida. ¡Las personas que antes eran libres e independientes se han convertido en súbditos sumisos y obedientes! Mentira y confusión como instrumentos útiles Las víctimas del régimen totalitario son educadas deliberadamente para mentir. Porque escuchar constantemente mensajes falsos, que además cambian deliberadamente de dirección, confunde el pensamiento lógico hasta tal punto que algunas personas dejan de resistirse a las mentiras. La persona se vuelve pasiva e interioriza el relato en su totalidad. La mente libre se despide y el adoctrinamiento ocupa su lugar. El lenguaje es un componente importante de esa propaganda. Las palabras pierden su significado original, y esto también es un ataque frontal a la mente.¡Así, la mentira se convierte en una segunda naturaleza! ”El hombre es un animal de hábitos“ Lentamente, poco a poco, pero con seguridad, el ciudadano se acostumbra así a un sistema enfermo. Es fácil reconocer las estructuras totalitarias en países lejanos o con retrospectiva histórica. Cuando se mira a Corea del Norte, por ejemplo, todo el mundo en Occidente probablemente dice: ¡qué secta de locos! – Desgraciadamente, los comienzos no son tan fáciles de ver cuando uno mismo está en el meollo de la cuestión, como ocurre ahora. ¡También nos estamos acostumbrando a la obediencia y a la obediencia a la autoridad! ¿No nos recuerda a los tiempos oscuros de nuestro país? Entran a través de la ”sensatez“, para luego derivar hacia la locura La mayoría de las ideologías reclutan a sus seguidores con ideas razonables, o que cuando menos suenan razonables. Por ejemplo en el caso del Covid19: La idea de una enfermedad infecciosa que se extiende en un mundo globalizado encaja con las ideas predominantes de la población. Por ello, las medidas de protección de la salud fueron apoyadas inicialmente por la mayoría. Sin embargo, a partir de cierto punto de lavado de cerebro, la lógica ya no juega ningún papel. Incluso, absurdamente, ocurre lo contrario. Las contradicciones consolidan aún más el poder de una ideología, como demuestra el ejemplo de las religiones fundamentalistas. El fenómeno de la llamada "reducción de costes" también desempeña un papel importante. ”Reducción de costes“ significa: uno ya ha invertido tanto tiempo y energía, posiblemente también dinero, en un proyecto que es difícil o imposible reconocer este proyecto como un error. Las promesas quebradas tienen sistema ¿Nos sigue extrañando que los políticos actúen después de ser elegidos como si pensaran: ”¿Qué me importa mi chorrada de ayer?“ Las promesas quebradas tienen un sistema, en la política en general y también en la campaña del ’Corona-Virus’. No hay fin de las medidas, no hay inmunidad a través de la vacunación, no hay fin del uso de máscaras y deberes similares para las personas vacunadas. Y, sin embargo, una gran parte de la población se aferra a su confianza en los gobiernos e incluso en los medios de comunicación. Este es un ejemplo del mencionado ”síndrome de Estocolmo“ y significa el deslizamiento global de la población hacia la ideología. Miedo ante la finalización de las medidas contra el ’Corona-Virus’ Vemos el éxito de la propaganda por el hecho de que algunos ya no quieren volver a un mundo sin medidas anti-Coronavirus. Ya han interiorizado la ideología hasta tal punto que han desarrollado el ”síndrome de cueva“, el miedo a la normalidad. Estas personas presionan entonces a los que piensan de forma diferente, que no han caído en las mentiras y anhelan volver a tener una vida normal. Esto es exactamente lo que necesita un régimen que se está convirtiendo en totalitario: presión no sólo ”desde arriba“ –es decir, desde el gobierno y los medios de comunicación–, sino también ”desde el lado“ – es decir, desde la gente del entorno. Conclusión Queridos oyentes, observando este análisis del periódico Express, uno no puede dejar de sospechar una estrategia extremadamente bien pensada y pérfida detrás de todas las leyes y prohibiciones contradictorias y a menudo francamente absurdas. Obviamente, se está librando una sofisticada guerra psicológica contra la humanidad. Visto así, todas estas medidas tienen sentido, ¡desde el punto de vista de sus autores! Este análisis es espantoso. Pero sólo si se afronta esta desagradable e incómoda cuestión se pueden tomar las medidas adecuadas. Una de las más importantes es la información. Para que cada vez más personas comprendan el programa de lavado de cerebro que se está llevando a cabo y puedan ponerle fin. Por favor, difunda este programa. En la siguiente fuente de información también encontrará el enlace al periódico Express, donde podrá pedir la edición original, para volver a leerla.

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fuentes/enlaces: ExpressZeitung Nr. 43/44 vom Oktober 2021, Titel: „Massenpsychose – Wenn der Wahnsinn zur „Neuen Normalität“ wird“ https://www.expresszeitung.com/
https://www.expresszeitung.com/doppelausgabe-43-44-massenpsychose/ez00043-44.print
Albert Biderman – Diagramm des Zwanges https://de.wikipedia.org/wiki/Bidermans_Diagramm_des_Zwanges
Internes Strategiepapier des deutschen Innenministeriums: https://www.heise.de/forum/Telepolis/Kommentare/Die-Sorge-waechst-die-Sorglosigkeit-auch/BMI-Papier-Wie-wir-COVID-19-unter-Kontrolle-bekommen-Psychologie-der-Panik/posting-37267877/show/